El 1 de noviembre de 1894, la Congregación abre por segunda vez una Casa en Béjar con la finalidad de acoger en ella y formar en ella a niñas huérfanas o en situación de riesgo o exclusión. Escuela y Hogar, están bien definidos y determinados en nuestros centros; bienes materiales, culturales y espirituales: pan, salud, escuela, posibilidades de desarrollo y protagonismo en su propia historia.