¡Somos eternos buscadores de plenitud! Después de transitar varias rutas, hallé la mía en el camino de seguimiento a Jesús, iniciado con miedo e inseguridad. SU AMOR, la EUCARISTÍA y el SERVICIO a mis hermanos han madurado mis certezas y mi corazón se ha llenado de rostros e historias: lo que entonces estimé pérdida, hoy es ganancia.
¡Soy Hija de María Madre de la Iglesia!

Soy Beninesa, un pequeño país de África. Desde muy pequeña, me atrajo la vida religiosa al ver y vivir el testimonio de vida de los sacerdotes y monjas de mi colegio y de mi parroquia. Grande fue mi alegría cuando leí la vida de la Madre Matilde Téllez porqué encontré un tesoro de vida en ella. Dejé mi familia y mi país y ahora estoy en formación en la etapa de postulantado en el Instituto de las Hijas de María Madre de la Iglesia.  Y como lo decía Madre Matilde: “Adelante, siempre adelante”

Llegamos al colegio porque nos recomendaron la guardería y una vez conocimos como funcionaba, nos encantó. Somos una pequeña familia, en la que los profesores además de enseñar, se involucran y educan. Y con el tiempo, esa cercanía se ha convertido en confianza.

“Como antigua alumna, madre y profesora, las HMMI me han proporcionado unos valores que a día de hoy, rigen mi vida”

“Es muy fácil sentirse identificado con el carisma de las HMMI y pertenecer a esta gran familia Tellista “

Trabajar en Hijas de María Madre De la Iglesia, es pertenecer a una gran familia, dónde todos remamos hacia la misma dirección: educar con los mismos valores de Madre Matilde y trabajar con un fuerte sentimiento de pertenencia al Centro. Teniendo como prioridad la formación del alumnado según los valores y el espíritu del Evangelio, como lo hizo Madre Matilde.